jueves, julio 27, 2006

El vacio...



Es acaso cierto eso que ves en la tele o en las parejas (que no son la tuya)...esas demostraciones de amor minimas como miradas eternas y dulces besos son reales?...o el mundo actual te lleva a sobre considerar el hecho de que te quieren y seguis al palo con tu rutina diaria sin darla la importancia necesaria a eso tan bello que son las demostraciones de amor?

No es importante hacer sentir a la otra persona que ya no sos el mismos desde que la conociste y que no podrias hundirte en otro mar que no fuera el de sus ojos??

Acaso el hecho de tener una pareja de años te asegura que sos amado y sobre esas bases podes proyectar todo un futuro junto a esa persona..solo por el hecho de que hace mucho tiempo que estan juntos?

Acaso esta escrito en algun lado que la rutina suple a las caricias o al disfrutar juntos de una pelicula hasta la madrugada y luego comentarla durante un par de horas con un buen vino?

Con tu pareja no podea hablar de la vida de otros ni comentarle lo que le paso a una amiga o a un amigo por que no le interesa? por que esa es tu vida!

Acaso tenemos que tenes una pareja para todo lo que formalmente se espera de nosotros y un millon de amigos que nos fraguen esas necesidades que ella no contempla?

Es utopico acaso pedir una amor y un amigo (a la ves)?

Me siento muy sola...querida... pero sola, y quiero que lo sepas (y lo entiendas).

martes, julio 25, 2006

El otro Yo

Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la naríz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.

El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente , se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse imcómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo.

Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo que hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañama siguiente se habia suicidado.

Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.

Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió la calle con el proposito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas . Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando.Y pensar que parecía tan fuerte y saludable».

El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo


M.B 1968.-

miércoles, julio 19, 2006

La utopía

Ella está en el horizonte -dice Fernando Birri-.Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos.Camino diez pasos ella se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía?.

Para eso sirve : para caminar.



Galeano/Las palabras andantes.

jueves, julio 06, 2006

Te amo por que sos el hombre mas libre que conozco...


El rey mandó llamar a uno de los hombres de su tribu y le dijo:-Hombre.-Donde el agua gira hacia el norte terminan mis tierras y comienzan las tuyas. No me gusta que mis tierras terminen donde el río continua. ¿Qué quieres a cambio de ese pedazo de llanura?.
-Mi Rey - dijo el hombre- nada quiero ni puedo. En esta llanura mis ancianos y mis hijos aprendieron a amar el río...
-Dámelo-insistió el rey- si no quieres enojarme.
-Señor, no puedo, dijo el hombre. Tu tienes muchas bellas llanuras y nosotros solamente esa.
-Hombre- gritó el soberano-¿Conoces la cólera del rey? .Se llenan de terror las tribus y el río de tiñe con sangre que inunda el reino, antes de que nadie te oiga decir no.
-Señor- dijo el hombre sin temblar-¿ Conoces la cólera del hombre?...Bastaría un hilo de sangre bajando del trono, y
todo el reino sabría que ha habido un hombre que a dicho NO.


Tango Feroz.