Es una de estas tardes contradictorias...como algunas cosas de la vida.
Vas caminando cortada por el viento frio y de pronto una vereda soleada te lo hace mas agradable, pero despues de caminar una cuadra se vuelve a oscurecer y el frio te atrapa nuevamente. Entonces buscas otra vereda soleada y cruzas de acera y asi lo continuas haciendo siempre en pro de la calides y la comodidad saltando de vereda soleada en vereda soleada.
Si uno continua caminando por la sombra, el camino es mucho menos agradable.
Aveces, en la vida uno debe cruzar la acera para buscar el solcito.
Esto lo escribi hace mucho tiempo, pero para el dia de hoy me parecio ideal.
martes, agosto 29, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
para mí caminar por Montevideo siempre será un placer...
y así esperando que pase la hora, los días ,las semanas, los años.
La vida es asi, no?
una vez fui caminando buscando el solcito y llegué hasta el parque rodó, el problema es que iba para el cerro.
Sí y no... A veces hay que juntar coraje para cruzar a la vereda de enfrente, donde ocasionalmente brilla el sol. Sin embargo, hay veces donde la vereda de enfrente, por más soleada que se encuentre, es un tanto triste o aburrida, o simplemente conduce a un callejón sin salida; entonces, y eso es lo más difícil, hay que juntar coraje, abrazarnos de nosotros mismos para resistir la relativa embestida del viento y continuar caminando, con la vista hacia adelante por la acera ensombrecida.
Publicar un comentario